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Lejos de aquel marzo prepandémico

Actualizado: 25 mar 2021

Talleres lo ganó sobre la hora en La Bombonera y desnudó los problemas futbolísticos de un equipo que hace rato no encuentra un rumbo claro.

Foto: TyC Sports


El título es claro: Boca volvió a perder. Pero eso no es lo grave. La misión no era simplemente ganar, si no mantener en alza un incipiente crecimiento futbolístico. Sin Cardona, las sociedades parecieron estar ausentes. El equipo no encontró la forma de conectarse y Tévez pareció ser el único que metió para ir para adelante.

Para colmo, el planteo fue contradictorio inicialmente desde lo táctico. En una propuesta de juego directo, en donde el bloque medio es generalmente salteado, no resulta necesario poblar tanto la mitad de la cancha. Campuzano, Medina, Maroni, Almendra. Muchos hombres para una misma función (sin ser ninguno de ellos determinantes), que ocuparon espacios que no se han utilizado. Distinto hubiese sido contar con un hombre que, en dicho lugar, corte asimétricamente al rival. Apartándose de la fórmula que incluso le había dado resultados más que satisfactorios frente a Vélez, en los contragolpes se apostó por donde no correspondía. En vez de salir con Villa al espacio, se jugó con Tévez, quien debe ser eventualmente el receptor de una segunda pelota. Y faltó orden. No todos sostienen que esto sea una cualidad indispensable, pero en estos casos es necesario mantener siempre un desorden organizado, que te permita improvisar en ataque pero al mismo tiempo estar atento en defensa.

Asimismo, cabe recalcar que antes que la técnica, lo que determina para muchos si un jugador puede proyectarse o no como bueno es su grado de inteligencia. Aquel que sabe con la pelota pero no es capaz de hacer una correcta lectura del juego o le pega un cachetazo a un compañero, pasa a ser un futbolista "negativo". Conclusión: hace rato que Boca viene jugando mal. El 7-1 dio esperanzas, desde lo colectivo y también desde lo funcional. El empate con River permitió crecer en ilusión, porque lo que se había hecho bien, se mantuvo por inercia. Dos pasos para adelante, tres para atrás. Y los que declaran desde la tribuna, sería bueno que lo hagan oficialmente. Porque tras un año de gestión, se encuentran desaparecidos.

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